martes, 28 de febrero de 2012


Voy con un par de reseñas breves, que se me acumulan los estrenos:
                                              
Tras la excepcional “Capote”, Bennett Miller vuelve con “Moneyball”, una historia basada en acontecimientos reales que nos cuenta cómo el mánager general del equipo de baseball Oakland athletics, consiguió, con métodos revolucionarios, aupar a su equipo casi a lo más alto de la competición con un soporte económico muy inferior al del resto de contrincantes.
Imagino que será por la magnífica labor de Aaron Sorkin, pero encuentro muchos lazos de unión entre “Moneyball” y la magistral “The Social Network”, algo que solo puede ser bueno. Al igual que en la cinta de Fincher, no es necesario ser un entendido en el tema tratado, en este caso el baseball, para sentirnos totalmente atrapados por una historia en la que lo importante, verdaderamente, son los valores personales y  la descripción quirúrgica del funcionamiento de las grandes empresas. Aquí los despidos son bastantes más fríos que en “Up in the Air”.
Brad Pitt y Jonah Hill están estupendos.
           
                                
A diferencia de tantas y tantas películas de terror que solo consiguen regalarnos varios sobresaltos, litros de sangre y poco más, “La mujer de negro”, enmarcada dentro del género gótico y rodada con elegancia, nos lo hace pasar mal de veras. Una parte inicial un tanto densa y un final discutible, por lo precipitado, no por otra cosa, pueden emborronar un tanto el resultado final, pero nos encontramos ante una buena historia de fantasmas, y eso, es de agradecer.
Respecto a Daniel Radcliffe, el chaval está bastante limitado. Ya puede ser el mago más poderoso del mundo o un joven y viudo abogado, siempre pone las mismas caras. Pero bueno, algún componente puramente comercial tenía que tener el filme.

                                             
Después de las inteligentes “Gracias por fumar” , “Juno”, y la excepcional “Up in the Air”, esperaba mucho más de la siguiente cinta de Jason Reitman, la verdad. No es ni mucho menos una mala película, Charlize Theron está genial, Reitman narra de forma fantástica y Diablo Cody sigue punzándonos con sus brillantes frases, pero la historia, poco convincente y tramposa por momentos, hace que la sensación final sea agridulce.

Paco (Cinema Paradiso).

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